LA HISTORIA DE FRANK MCLINTOCK: ‘MR. ARSENAL’

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La temporada 2020/21 está siendo especialmente complicada para el Arsenal. Sam Allardyce llegó a afirmar que eran un rival directo en la lucha por evitar el descenso. Por suerte para la afición gunner, ese escenario parece quedar atrás. En las últimas semanas, el equipo de Mikel Arteta ha logrado levantar, al menos un poco, la cabeza, y empieza a respirar con algo más de tranquilidad.

Lo que sí es cierto, y en lo que muchos ex jugadores del Arsenal coinciden, es en la falta de liderazgo dentro del vestuario. A lo largo de las décadas, en los grandes equipos del Arsenal siempre se ha podido identificar al menos a un gran líder. En el Arsenal de George Graham y, posteriormente, bajo Arsène Wenger, ese líder fue, en mi opinión, el mejor central de la historia de la Premier: Tony Adams.

Con Wenger también estuvieron figuras como Sol Campbell, Patrick Vieira y Thierry Henry, pero lo cierto es que en los grandes equipos del Arsenal siempre emergía un capitán fuerte, un líder indiscutible. En muchos casos, ese liderazgo lo ejercía un central de tronío.

De Tony Adams ya he hablado y escrito muchas veces. Hoy quiero centrarme en otro central, otro gran líder que hizo historia con el Arsenal, pero que, por alguna razón, recibe menos reconocimiento: Frank McLintock.

Tras una infancia dura en su ciudad natal, Glasgow, McLintock se mudó con 17 años a Leicester, persiguiendo el sueño de convertirse en jugador profesional. Antes de firmar con los Foxes, tuvo que trabajar como pintor a tiempo parcial para mantenerse.

Ya establecido como jugador del primer equipo, Frank McLintock formó parte del segundo mejor Leicester City de la historia, siendo pieza clave en las dos finales de la FA Cup que alcanzaron los Foxes en 1961 y 1963. Sin embargo, tanto el Tottenham como el Manchester United le arrebataron el sueño de levantar el trofeo.

Fue precisamente esa falta de títulos lo que le llevó a pedir en reiteradas ocasiones el ‘transfer request’, en busca de un club que le ofreciera lo que en Inglaterra se conoce como ‘silverware’ (trofeos). Tras rechazar ofertas de Leeds, Tottenham y Liverpool, McLintock encontró en 1964 la oportunidad de fichar por un club que marcaría su historia: el Arsenal FC. Su fichaje, por un precio de 80.000 libras, estableció un nuevo récord de traspaso en las Islas.

En 1967, Frank McLintock se convirtió en uno de los capitanes más respetados de la historia del Arsenal, ganándose el apodo de “Mr. Arsenal”. Con el club londinense, levantó la Copa de Ferias (hoy conocida como Europa League) en 1970, rompiendo la sequía de títulos que arrastraba la institución desde 1953. Además, conseguiría el primer ‘Doblete’ en la historia del club, en la temporada 1970/71.

Sin embargo, no todo fue fácil para Frank McLintock en sus primeros años en el Arsenal. Bajo la dirección de Billy Wright, mítico exjugador del Wolverhampton y fiel seguidor del Arsenal desde su niñez, los triunfos no llegaban. McLintock convenció a Wright de cambiar el diseño de la camiseta del equipo, devolviendo el color rojo y eliminando el blanco de las mangas. La idea era marcar el comienzo de una nueva era, un punto y aparte respecto a los años dorados del pasado. McLintock quería evitar que los aficionados compararan el presente con los triunfos de décadas anteriores.

Sin embargo, la temporada 1966/67 resultó ser un fracaso, y el club volvió a las mangas blancas al año siguiente. Muchos aficionados señalaron a McLintock como el responsable del cambio de colores, cuestionando la decisión.

No obstante, los triunfos siempre perdonan todo. McLintock se ganó el cariño de la afición, liderando a uno de los mejores Arsenal de la historia. Aunque no deslumbraron por su juego, el equipo mostró una consistencia que era inusual para la época. El despido de Wright y la llegada de Bertie Mee, fisioterapeuta del equipo que asumió el cargo de entrenador, marcaron el punto de inflexión. Bajo su dirección, el Arsenal ganó tres trofeos que siguen siendo recordados con admiración.

McLintock abandonó el Arsenal por la puerta de atrás, enemistado con Bertie Mee, quien se negó a concederle un partido homenaje a pesar de haber jugado nueve temporadas con el equipo, cinco de ellas como capitán. Aunque McLintock había sido el líder indiscutido del equipo durante todo ese tiempo, Mee no consideró oportuno rendirle ese reconocimiento, dado que no había cumplido la décima temporada en activo.

Después de su salida, McLintock cerró su carrera en el Queens Park Rangers, donde, en sus cuatro temporadas, siempre terminó por delante de su querido Arsenal. En la temporada 1975/76, lideró al QPR junto con el gran Stan Bowles, logrando un impresionante segundo lugar. Con más de 600 partidos jugados a nivel profesional, McLintock se ganó el respeto de todos en el fútbol.

Hoy en día, ya no existen capitanes como McLintock. Pedir un ‘clon’ de él al Arsenal sería una misión imposible. El club necesita líderes como McLintock, Tony Adams, Patrick Vieira… y mientras tanto, el Arsenal parece destinado a deambular por la mitad de la tabla, muy lejos de los puestos que dan acceso a la Copa de Europa.

✍️ Raúl Sánchez

💻 Juani Guillem

🗓️ (21/01/2021)

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